- Cuchilla o navaja barbera.
- Portaobjetos.
- Cubreobjetos.
- Aguja enmangada.
- Lanceta.
- Colorante: azul de metileno.
- Agua destilada.
- Microscopio.
La práctica consistirá en preparar una muestra, la cual hay que teñir para poder ser observada al microscopio óptico, ya que sin el proceso de tinción, las células son transparentes y no se ven. Con ayuda de la navaja o cuchilla, cortamos la cebolla por la mitad. Separamos las hojas que componen el bulbo, y de éstas, separamos la capa (lámina) fina que la recuble con ayuda de la cuchilla o tijeras, cortamos un cuadrado de un centímetro cuadrado. Lo colocamos sobre un porta y lo extendemos con la ayuda de la aguja enmangada y la lanceta. Posteriormente, echamos unas gotas colorante, y dejamos actuar durante 10 minutos. Lavamos el exceso de colorante, sosteniendo la muestra con las pinzas, y dejándolo caer de manera que cubra la muestra. Cojemos el papel secante, secamos el exceso de agua y observamos en distintos aumentos.
El resultado debe ser algo como esto:
Células del epitelio de la cebolla. |
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